La relación con nuestros perros es mucho más de lo que podemos ver. En ella se esconde muchísima información que solo seremos capaces de entender si prestamos atención tanto a nuestra mente, como a nuestro cuerpo y, sobre todo, a nuestro corazón.
Las emociones son claves en esta relación, pues ejercen una gran influencia sobre ella.
De hecho, los perros funcionan y se comunican a través de ellas, obteniendo información de las mismas.
Por consiguiente, el intercambio de información entre perro y humano es enorme, para el perro de una forma más clara y para nosotros los humanos, a veces de forma consciente y muchas otras inconsciente.
Solo siendo plenamente conscientes de qué es lo que generamos de modo inconsciente seremos capaces de marcar un antes y un después en la relación con nuestro perro.
La expresión canina es clara y simple y gracias a ella podemos descubrir una amplia información no solo de nuestro amigo, el perro, sino de nosotros mismos y, una vez obtenida, podemos conectar con él de una forma más real y justa. Podemos llegar a conectar desde el corazón. De este modo la educación canina se convierte en una herramienta para educar - te.
Oscar Morejón.
Educador y terapeuta canino